La que una vez fue castillo, palacio y cárcel, se ha hecho más famosa por este último destino. Actualmente tiene un uso menos excitante como museo y alojamiento de las "Joyas de la Corona". Sus celdas han hospedado a ilustres personajes como Thomas More, Ana Bolena y Rudolf Hess. Los más morbosos se deleitarán con la exposición de instrumentos de tortura situados en la Martin Tower. La leyenda cuenta que el día que los cuervos abandonen la Torre, Londres caerá ante sus enemigos.

Edificio de estilo neogótico las casas del Parlamento alberga la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores.. El acceso a las salas está restringido durante las sesiones, sin embargo, se puede satisfacer nuestra curiosidad sobre las 18.00. El elemento mas reconocido de las Casas del Parlamento es el reloj del Big Ben.

Downing St., la residencia oficial del primer ministro, está ubicada en el número 10; y la del ministro de Economía y Hacienda en el 11.

Esta institución victoriana se alza como el más antiguo e ilustre de los museos en el planeta. Es tan grande y alberga tanto material requisado por los viajeros y exploradores británicos, que el visitante a se puede ver abrumado si intenta ver todas las antigüedades. Las piezas imprescindibles incluyen los extraños tesoros asirios y las momias egipcias, la piedra Rosetta y los Frisos del Partenón.

Este venerable edificio fue construido por Christopher Wren entre 1675 y 1710, sobre la base de dos catedrales anteriores erigidas después de 604. Su famosa cúpula, la más grande del mundo después de la basílica de San Pedro en. Aquí se celebró el famoso enlace entre Carlos y Diana en 1981.

La magnífica National Gallery, enclavada en Trafalgar Square, posee una de las más impresionantes colecciones de arte del mundo. Entre sus famosos cuadros, se incluyen algunas de las grandes obras del impresionismo francés y lienzos de los grandes maestros holandeses. El acceso a la galería es gratuito, lo que permite visitarla cuantas veces desee y centrarse en las obras que más le interesen.

La abadía de Westminster, última morada de la realeza. Este bello edificio, repleto de ilustres tumbas y monumentos, cuenta con una espectacular acústica: cuando los niños del coro aclaran sus voces, estremecen al visitante.

La catedral de Westminster es el cuartel general de la iglesia católica británica y es, además, el único ejemplo de arquitectura neobizantina en la urbe. Su interior está construido mitad en espléndido mármol, mitad en tosco ladrillo; debido a la falta de presupuesto. Destacan las 14 esculturas del Vía Crucis de Eric Gill. Su atmósfera de tranquilidad, ofrece un lugar para la huida del bullicio de la ciudad.

El Victoria & Albert Museum posee una ecléctica mezcla entre botín, piezas aglutinadas y museo de artes decorativas y de diseño. En ocasiones se asemeja a una enorme tienda victoriana de enseres antiguos donde se exhiben unos cuatro millones de objetos. Entre los tesoros de la colección se cerámicas chinas, dibujos de Rafael y esculturas de Rodin..

Esta galería alberga un impresionante archivo histórico de arte británico. El centro colindante, Clore Gallery, dispone de una extraordinaria colección de obras de J.M.W. Turner. Resulta imprescindible la sala de pinturas prerrafaelitas. Situada en la antigua central eléctrica de Bankside, la novísima Tate Modern expone la colección internacional de arte moderno de la Tate. Ésta incluye obras de Bacon, Dalí, Picasso, Matisse, Rothko y Warhol así como de otros artistas contemporáneos. El edificio que la alberga es imponente: una sólida construcción industrial de ladrillo rojo con una chimenea de 99 m de altura. La antigua sala de turbinas, bajo el nivel del suelo y que ocupa la longitud total del extenso edificio, constituye en la actualidad la inmensa entrada a la galería.

En 1993 la reina abrió las puertas del palacio de Buckingham al público, para sufragar los gastos ocasionados por las reformas del castillo de Windsor. Este edificio de interior poco agraciado, parece ser interesante para los ojos de los enamorados de la monarquía británica.

El lugar que ocupa este parque solía utilizarse como zona de caza reservada a la realeza; posteriormente se convirtió en escenario de duelos, ejecuciones y carreras de caballos; e incluso se transformó en un campo gigante de patatas durante la Segunda Guerra Mundial. Actualmente ejerce de pulmón de la ciudad, con sus colores otoñales, indicado para los que añoran el sol. Algunos de los puntos de interés del parque incluyen las esculturas de Jacob Epstein y Henry Moore, la contemporánea Serpentine Gallery y el Speaker's Corner (Esquina del Orador) y el lago Serpentine.

El animado mercado de Portobello es el más famoso de los mercadillos callejeros londinenses. Es preferible acercarse los sábados por la mañana para evitar los atascos que provocan las multitudes que acuden más tarde. En sus calles se dibuja una gran variedad de anticuarios, joyerías y bisuterías, comercios de curiosidades étnicas, ropa de segunda mano y puestos de fruta y verdura. Al este de Londres, el más famoso de los mercadillos los domingos por la mañana se denomina Petticoat Lane; resulta excesivamente caro. Brixton Market es la invitación cosmopolita maquillada con la mezcla del arco iris: música reggae, predicadores, carne y frutas y verdura.

Los abarrotados Camden Markets podrían definirse como el caos. Se extiende desde las paradas de metro de Camden y Chalk Farm, y discurre por Camden Lock en el Grand Union Canal. Los fines de semana se encuentran tan concurridos que se puede llegar a pensar que se está en un bazar africano. Los mercados están formados por Camden Canal Market (curiosidades, muebles y ropa de diseño); Camden Market (marquetería y todo tipo de saldos de tipo paramilitar); y Electric Market (discos y ropa de los años sesenta).

Se empleó por vez primera como campo de hortalizas bajo la administración de la abadía de Westminster; se convirtió en el mercado más grande de frutas y verduras; y acabó como lo que se mantiene en la actualidad: el triunfo del comercio y de la protección patrimonial. La plaza, exclusivamente peatonal, está rodeada de tiendas de moda y objetos de diseño, de bares y restaurantes a la última. Carísimos anticuarios y tiendas chucherías comparten las arcadas de la plaza con actuaciones callejeras de teatro y música y los numerosos viandantes.

Esto dos grandes almacenes son cita ineludible para los adictos a las compras, la sección de alimentos y exquisiteces no debe pasarse por alto.