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marcello Fecha: Domingo, 01 Enero, 2006 ⭐ Puntos 3.8 (12 votos)
Después de un agitado viaje desde la ciudad Luz llegue a Caláis y ante la opción de cruzar el Canal de la Mancha por el túnel, decidí comprar un ticket de la Empresa Sea France para cruzarlo por mar, este gran canal parece la Avenida 9 de julio en horario pico pero con la característica de ser traficado por innumerables navíos.
Luego de partir, sobre la cubierta del gran barco, era salpicado por las gotas saladas de un mar embravecido por el clima hostil del momento...
Al cabo de unas horas , una pared blanca se divisaba a lo lejos y gaviotas revoloteaban la embarcación. Los acantilados de Dover daban la bienvenida a un territorio colmado de historias y contrastes. La luz de la tarde parecía decaer y luego de sortear los fatigados operativos de aduana ingrese a tierras del Reino Unido.
Después de una larga espera por fin llego el Pullman (colectivo de media distancia) que me llevaría a una de las grandes capitales del mundo, aquí la costumbre me jugo una mala pasada, mas de 20 años transitando las calles de mi ciudad y las rutas de mi país caían a mis pies, de repente observo por la ventanilla del moderno autobús que el mismo transitaba por la mano contraria, obvio que sabia de antemano que en Inglaterra es así , como en otros lugares del mundo, pero la impresión es la que cuenta.
Únicos en muchos aspectos, la moneda en primer lugar, los taxis, los colectivos urbanos que juntamente con las cabinas telefónicas y los buzones rojos le dan un toque colorido a esta ciudad que se esconde en la densa niebla que brota desde el Tamesis.
El llegar de noche a una ciudad cosmopolita tiene sus riesgos, y mas aun si no se tiene reserva en ningún hospedaje, la aventura fue tal que termine en un hostal de la juventud que esta fuera del radio céntrico, en Kensal Green muy cerca del estadio de Wembley; no era un 5 estrellas pero al fin y al cabo había una cama. En definitiva el cansancio se adueño de mi ser y desperté con la luz del día siguiente, el propósito era buscar algo mejor para pasar mi estadía en la gran Londres, ni que hablar cuando observe por la ventana del baño que el mismo daba a un cementerio de ese barrio.
En definitiva tome el underground hacia el centro y a intentar conseguir algo, en si termine al otro lado de la ciudad en Stokwell muy cerca de la estación Kenington.
Por supuesto que la realidad de esta gran urbe nos deleita a cada paso, mencione anteriormente que Londres es una ciudad de contrastes, pues antiguos monumentos se entremezclan con modernos edificios, y la jungla de cemento a la vuelta de la esquina se diluye en un inmenso parque colmado de palomas y ardillas, que juegan al mendigo solicitando un pequeño trozo de la galletita que estoy disfrutando.
Sin ir mas lejos a prácticamente 300 metros del Picadilly Circus, gran lugar de reunión y epicentro de contrastes, se encuentra el Green Park y el St. James´s Park que hacen vértice en el mas renombrado de los palacios londinenses, allí donde cada mañana se congregan miles de turistas para disfrutar de un evento que con el paso de los años se transformo en turístico, y si, el cambio de guardia del palacio de Buckingham, lo importante de esto sería si la suerte me acompaña, avistar a la Reina cuando sale en su suculento móvil.
Visitar la Tate Gallery puede ser un descanso para el cerebro, ya que si vienes de un viaje por Europa no has hecho otra cosa que guardar imágenes del medioevo, en esta galería puedes hallar grandes obras del arte moderno y posmoderno
El circuito puede continuar por Westminster, allí se puede apreciar la diferencia social solamente observando los dos Templos que se hallan cerca de Victoria Street, una de ella la Catedral de Westminster cuya fachada es de color rojo terracota y blanco. En su interior no suculenta grandes riquezas, mientras que en la Abadía de Westminster nos da la idea de que si no tienes sangre azul es muy incomodo ingresar a ella, oro por doquier, banderines y escudos de armas de las mas nobles familias cuelgan de los pasillos de una de sus naves.
Al salir de la Abadía una instantánea quedo grabada en mi mente, un semáforo daba paso a varios taxis y el bus se detenía en la parada, mas allá, el Big Ben anunciando las 16.00 horas y el Westminster Bridge invitaba a cruzarlo y observar una postal del inconfundible edificio del Parlamento.
Después de recorrer esas calles ingrese nuevamente al famoso subte londinense y me dirigí a la estación St. Paul para apreciar la gran Catedral de San Pablo, además de su gigantesca cúpula merecen una visita el presbiterio, con bellos mosaicos del siglo XIX, el exquisito coro, tallado en maderas de roble y tilo, y la monumental Cripta.
Lugo de un paseo por Cannon Street y seguir por la costanera del Tamesis llegue hasta el famoso Tower Bridge, este gran puente inaugurado en 1894 me impresiono, y sobretodo el color de la parte metálica de las pasarelas y la gran armadura de acero que lo sostiene, es celeste y blanco, si, como nuestra bandera, porque??? Será un recuerdo de un viejo amor que nunca pudieron tener... no lo se!!! Conjuntamente se encuentra la fortaleza de Tower of London, aquí además de museos y otras hiervas conviven sobre las torres un grupo de cuervos; Cuenta la leyenda que cuando estos abandonen el castillo , la monarquía del Reino Unido caerá con su huida, así para asegurarse de que esto fuera cierto, hay gente encargada de darle de comer todos los días a los ilustres pájaros que serían el sustento del reinado........
Siguiendo con la historia el puerto y las dársenas sobre las que hace 100 años flotaba el olor a especias y los antiguos almacenes encaramados a orillas del río transitado por obreros y marineros, hoy, albergan grandes oficinas y modernos departamentos, esto se a transformado en una colonia de yuppies, pero la marea sigue avanzando, solamente que ahora es la marea de la especulación......
Son las 18.00 horas mas o menos y como es un poco tarde para los Londinenses, seria bueno hacer una parada en algún bar como prácticamente todos lo hacen después del trabajo y degustar alguna variedad de cerveza.
De repente me topo con un monumento , no era otro que el gran detective. Si era Sherlock Holmes, la verdad que me intrigo un poco y decidí llevar esa intriga hasta su casa, no me puedo ir sin antes conocer al menos algo de esos personajes que viven en la mente de todos y que solo son historias donde el mito se apodero de la gente y se transformaron en héroes o demonios de esta ciudad tan peculiar. si, tome nuevamente el underground hacia Baker Street, y me dirigí a la casa del famoso detective para ver el museo del mismo.
En si Londres esta colmado historias, de viviendas gregorianas y gigantescas cúpulas catedralicias que se entremezclan con los rascacielos de acero para dibujar un excitante y contrastado paisaje urbanístico que en su integración generan su mayor riqueza.
Fecha: 01/Ene/2006 01:00:00
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