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Oficinas-Turismo Fecha: Viernes, 07 Junio, 2019 ⭐ Puntos 4 (2 votos)
País de mil facetas, de encuentros y sabores. Marruecos sorprende a todos aquellos cuya curiosidad les arrastra más allá de las carreteras señalizadas para descubrir la auténtica naturaleza, tesoros que no vienen en cofres y sueños que se viven despiertos. Marruecos es una joya abrazada por agua y montaña. Entre una y otra un sinfín de lugares a descubrir y disfrutar bajo los ojos de mar y océano.
EL MARRUECOS ENTRE DOS AGUAS
Entre el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico se esconden auténticos tesoros a descubrir
Baños, cruceros y submarinismo… Las tibias aguas del
Mediterráneo invitan a practicar todos los deportes náuticos, al reposo y descanso. Lagunas, pueblos pesqueros, puertos típicos, costas salvajes y blancos acantilados…
La costa atlántica rebosa de tesoros preservados y las mejores oles para disfrutar de deportes náuticos.
Agua turquesa y sol todo el año. El Mar Mediterráneo siempre cumple sus promesas
A 50 kilómetros de Tetuán, el viajero se encuentra con el pueblo de
Oued Laou, rincón famoso por la presencia de una artesanía ancestral relacionada con la
alfarería y la
cerámica; por sus
telares y
cestería. Oued Laou es, además, el punto de partida ideal para visitar las gargantas y cascadas del
Río Laou y el
Parque Nacional de Talassemtane en el
Rif. Siguiendo el rumbo, llegamos a un pequeño pueblo pesquero adosado a la montaña. Se trata de la localidad de
El Jebha que vive al ritmo de los barcos. La naturaleza ha sido generosa, dibujando
playas salvajes, caletas, cuevas y esculpiendo un impresionante circo en la caliza a orillas del mar.
Colgada de un acantilado, nos encontramos con
Al Hoceima que domina un amplio parque natural. Aquí el reposo y las excursiones adquieren un sabor especial. Este rincón mediterráneo disfruta de un espectacular escenario de abruptas montañas que se sumergen en el mar y una hermosa bahía que acoge una estupenda playa de arena blanca. Frente a su costa se sitúan algunas islas, entre las cuales se encuentra el
Peñón de Alhucemas que en su pasado fue una antigua prisión.
El discreto encanto del Atlántico que busca la aventura
A medio camino entre Tánger y Rabat, la ciudad de
Moulay Bousselham posee una magnífica laguna de arena rubia con dunas que pueden alcanzar los 50 metros de altura. Además de ser perfecto para el parapente, también se practica el
windsurf, los
raids en 4X4 o en
quad, o incluso las salidas al mar para practicar el
submarinismo o la
pesca deportiva.
Una laguna protegida de los vientos, una bellísima playa ensenada, ostras reconocidas por su calidad por los gastrónomos de todo el mundo,
Oualidia es un lugar único para redescubrir una naturaleza envolvente, donde la calma y la serenidad son los auténticos valores. Los deportistas pueden entregarse aquí al esquí náutico, al
surf, al
jet ski, al
windsurf o al submarinismo… En este viaje auténtico, imprescindible es conocer
Safi, un pueblo natural y único, con pasajes descoloridos, callejuelas decadentes e infinidad de detalles que evocan un tiempo remoto. Esa es su magia. Safi es mundialmente reconocido para los amantes del deslizamiento. Los profesionales del
surf comparan su ola con la de Sudáfrica y Australia y la clasifican entre las diez mejores del mundo.
Essaouira se ha convertido en una acuarela de colores perfecta de horizonte azul que contrasta con las fortificaciones de color ocre rosado y con sus casas blancas de marcos azules. La
medina es una visita ineludible, de hecho ha sido declarada
patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Blanca y azul, invita a pasear y descubrir en el interior de las murallas del siglo XVIII.
Además, tanto para los aficionados al deslizamiento, como para los profesionales del
ride acuático, la bahía de Essaouira ofrece una arena dorada suave, un sol siempre presente y sobre todo el viento perfecto, ya que esta es la ciudad de los alisios. Para los amantes de la naturaleza existen otras opciones: pasear en dromedarios por las dunas o navegar en un barco turístico alrededor de las
islas Púrpuras, que albergan una reserva ornitológica protegida de
Halcón Eleonora.
De origen bereber,
Taghazout, es un pequeño pueblo pesquero situado entre las montañas de Atlas – donde se cultiva el Argán- y el océano. Es el pueblo del
surf por excelencia. Con acantilados vertiginosos o dunas blancas, su playa seduce por su belleza y sobre todo por sus olas.
Información facilitada por Oficina Nacional de Turismo de Marruecos:
www.visitmorocco.com/es
Fecha: 07/Jun/2019 23:10:15
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