Autor: Anónimo Fecha: Miercoles, 01 Enero, 2003 ⭐ Puntos 4.2 (209 votos)
En el extranjero es probable que el medicamento que normalmente tomamos no esté comercializado o lo esté con otro nombre, que el médico no hable nuestro idioma o que nos resulte imposible encontrar aquel recurso que en nuestro entorno tenemos tan a mano para una simple dolencia sin importancia.
Por esta razón vamos a esbozar algunos botiquines de viaje tipo: para país tropical, desierto, zona de frío, etc. Recordar que esta información es ofrecida de un modo orientativo.
Nuestro farmacéutico habitual es el profesional sanitario más cercano para aconsejarnos sobre el contenido del botiquín de viaje. Aunque no debemos descartar la consulta a nuestro médico de cabecera y, en caso de país tropical, la inexcusable visita a Medicina Exterior.
Si estamos tomando algún tratamiento y nos desplazamos fuera de nuestro país es importante llevar dosis suficientes para todo el viaje pues obtenerlo en el extranjero puede resultar complicado e incluso imposible.
El botiquín de viaje debe ser resistente y ligero, situarse en lugares los más secos y frescos posibles (evitando las zonas bajo los vidrios de los coches o las partes superiores o inferiores de las mochilas) y mantenerlo protegido del sol y de la luz. Los medicamentos deben estar etiquetados y llevar prospecto y fecha de caducidad. Otro de los motivos para conservar los prospectos es que en algunos países no podremos encontrar en la farmacia ciertos medicamentos, pero con sus principios activos podrémos encontrar genéricoso o similares con otra marca comercial. Además es aconsejable llevar encima algunas dosis por si perdemos el equipaje, y recetas médicas de los medicamentos que transportamos para evitar posibles problemas en las aduanas.
En los trayectos a la ida y durante el viaje, donde facturemos las maletas (avion, tren, etc) debemos llevar el botiquín en el equipaje de mano, extrayendo de él agujas, tijeras u objetos cortantes y punzantes, que nos darán un disgusto seguro al pasar por el escáner. Recordar que estos objetos no están permitidos en cabina del avión.
Consejos prácticos
A la hora de diseñar un nuevo botiquín y de mantener en buen estado el antiguo, unos sencillos consejos pueden sernos muy útiles:
- El botiquín siempre debe guardarse en un lugar protegido del calor, la luz y la humedad.
- Cada año antes de iniciar nuestras vacaciones, debemos revisar la caducidad y el estado de los medicamentos que componen el botiquín.
- Conservar los prospectos de los medicamentos que nos serán muy útiles para consultar las indicaciones y sobre todo posibles incompatibilidades o interacciones y contraindicaciones entre ellos.
- Es más práctico, dividir el botiquín en dos partes, una de cosas esenciales o habituales (tiritas, antidierreico, etc) que viaja en al mochila pequeña o equipaje de mano y otra con las cosas menos esenciales o menos habituales (medicinas específicas, antibioticos no en uso, tijeras, jeringuillas...) que viaja en la mochila grande o maleta.
- El botiquín se debe llevar en una o varias cajas resistentes (puede servir una caja de plástico para guardar alimentos) si no se quiere gastar el dinero en una caja especial para botiquines.
Contenido del botiquín de viaje
El tipo de medicamentos y productos sanitarios que necesitaremos estará en función del estado de salud de los viajeros, del grado de ansiedad de los mismos, del destino al que nos dirijamos y del tipo de actividad que pretendamos desarrollar allí. Todas estas variables hacen imposible el plantear un botiquín de viaje único; no obstante, revisaremos los problemas más comunes, teniendo en cuenta que la utilización de todos los medicamentos aquí recomendados debe ser supervisada por nuestro farmacéutico habitual:
• Diarreas
• Otros trastornos del aparato digestivo: Acidez, gases, úlceras y gastritis
• Mareos cinéticos
• Dolores leves y moderados
• Enfriamientos, resfriados
• Picaduras de insectos
• Mordeduras
• Alergias
• Exposición al sol
• Heridas, ampollas, contusiones, traumatismos
• Enfermedades de transmisión sexual (ETS)
• Material básico de curas
Para hacernos una idea de lo que sería un
botiquín estándar para cualquier viaje:
Diarreas: Fortasec, Loperamina o Tiorfan y un par de bolsas de suero oral.
Gastritis y parásitos intestinales: Septrin (antibiótico bastante potente)
Biodramina para mareos cinéticos, si se padecen.
Dolores y fiebre: Paracetamol y Nolotil (potente antiinflamatorio y analgésico),
unos cuantos sobres de vitamina C.
Protección solar y cacao para los labios (las gafas de sol no van en el botiquín).
Betadine, tiritas resistentes al agua, gasas, vendas, esparadrapo, unas tijeras para cortarlos.
Colirio para ojos.
Vendas elásticas para posibles torceduras, así como alguna pomada antiinflamatoria (el bote de spray es más problemático, porque ocupa mucho volumen y según las normas internacionales no puede viajar ni en el equipaje facturado).
Botiquín tropical:
Si nuestro destino es un lugar tropical de difícil acceso a medicamentos deberíamos añadir:
• El Certificado Internacional de Vacunaciones (la cartilla marilla, llevarla a mano, nunca en el botiquín).
• Un analgésico antipirético y un antiinflamatorio potentes.
• La profilaxis de la Malaria o Paludismo, si fuese necesario. (Larian, Resochin, etc... lo que nos haya recomendado Medicina exterior)
• Agujas y jeringuillas desechables. En algún lugar del tercer mundo, nos puede salvar la vida.
En caso de un
botiquín para destino
tropical, al
botiquín estándardeberíamos añadirle algunos elementos caraterísticos:
Picaduras de insectos: Relec (repelente), Polaramide (antihistamínico) y una lápiz de aplicación local de compuesto anti-histamínico para picaduras de insecto. No olvidarnos de la red anti-mosquitos, que será nuestra mejor protección durante el sueño.
Pastillas para potabilizar agua o lejía para desinfección de alimentos (no contiene perfumes ni aditamentos).
Botiquín para el Desierto:
En caso de un
botiquín para
desierto, al
botiquín estándardeberíamos añadirle los siguientes elementos adicionales:
Pastillas para potabilizar agua o lejía para desinfección de alimentos (como en el caso del botiquín tropical).
También podemos obviar los medicamentos y barreras contra mosquitos, si no hay zonas húmedas en nuestra ruta. En los oasis no suele haber mosquitos, pero si en ríos que provienen de zonas tropicales (Nilo, Níger, Senegal, delta del Okavango...).
Agujas y jeringuillas desechables, por las mismas causas que el botiquín tropical.
Gasa, tela o similar para la proteción del polvo y arena en la boca.
Botiquín para país Frío:
El
botiquín de países fríos, depende de la época del año en que se viaje. Recordemos que en estos países las diferencias climáticas entre estaciones son muy fuertes. Si viajamos en verano, los repelentes de mosquitos y otras barreras pueden desempeñar un papel importante. Debido a la fuerte radiación de la estación estival, tampoco debemos olvidar las protecciones solares, tanto para piel como para ojos (gafas de sol).
En la estación fría podemos obviar los artículos anteriores, pero deberíamos llevar una manta térmica entre nuestro equipaje, para una posible emergencia. Tambien deberíamos añadir al
botiquín estándar proteción labial, así como con una crema protectora para la piel, ambas cosas siempre a mano.
Notas Importantes:
Recordar, otra vez, que en el avión no se puede llevar las agujas, ni tijeras en equipaje de mano, pero si que debemos llevar los elemento esenciales del botiquín.
Los medicamentos no esenciales (aspirinas, antibioticos...) pueden ser repartidos en los botiquines de varias personas, siempre que cada persona sea responsable de su parte, esté localizada la persona que lleva cada medicamento y se lleve una cantidad ligeramente superior al caso individual. De este modo se ahorrará en tamaño del botiquín e incluso se puede enriquecer con algunos medicamentos extra.
Fecha: 01/Ene/2003 01:00:00
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