Autor:
charucag Fecha: Sabado, 12 Noviembre, 2011 ⭐ Puntos 5 (7 votos)
Os propongo una excursión de un día desde Madrid o Valencia, por la A-3. Si salimos prontito nos dará tiempo a visitar Segóbriga por la mañana y el Monasterio de Uclés por la tarde y llegar a casa para cenar.
Aquí estamos, a 104 km de Madrid por la A-3, junto al pueblo de Saelices en donde encontramos el desvío hacia la antigua ciudad romana de Segóbriga. En el edificio de recepción pagaremos la entrada (4€ por persona) y dentro hay un pequeño museo; también tienen visitas guiadas a las 11,00 y a las 12,15 minutos que son gratuitas.
En esta zona existían asentamientos humanos ya desde la época celtibérica, asentamientos que fueron destruidos durante las guerras de Sertorio y en su lugar se levantó una ciudad romana cuyas ruinas vamos a visitar.
Ahora hagamos un pequeño ejercicio mental; por un momento imaginemos dos figuras paradas junto a la calzada bordeada de chopos y tumbas que conduce hasta la ciudad y escuchemos su conversación.
“Ave anciano, ¿conocéis el camino hacia la domus del Procurador de las Minas?”
Cómo no extranjero, habéis tenido suerte de encontrarme pues a estas horas del día los hombres están en las minas trabajando y las mujeres en sus quehaceres domésticos. Solo los viejos como yo se encuentran por estos caminos, aquí venimos a recordar a nuestros muertos, muchos de mis hijos y nietos se encuentran enterrados a lo largo de la calzada, los dioses adoran a los niños y nos los arrebatan a temprana edad, son mas los que aquí se encuentran que los vivos.
Pero no hablemos de cosas tristes, caminemos hacia aquel acueducto que se ve a lo lejos y que abastece a nuestra ciudad de agua potable. Aquí, en el llano basta con una arqueta de piedra y una tubería de plomo para traerla hasta aquellos depósitos que se ven a lo lejos y desde allí hasta las fuentes públicas.
No corráis extranjero, que ya cuento 45 años y mis huesos se resienten. Si, he dicho 45, no miento, mucha edad tengo, el más viejo de esta ciudad, los dioses han sido magnánimos conmigo, pero mi paso es cansino. Descansemos aquí junto al circo. ¿no os llega el aroma de los caballos? Y mirad ahí a esos paisanos apostando y discutiendo “que si el equipo azul, que si el verde”. Perdiendo el tiempo, ya le digo yo, todo el mundo sabe que el mejor equipo es el rojo.
Bueno, ya hemos llegado a la ciudad y podemos ver el teatro. ¿veis que listos fueron los arquitectos aprovechando la falda de la colina para hacer las gradas? Muchos sestercios se ahorraron con esa triquiñuela. ¡y qué buenas obras se representan aquí!, no creáis, extranjero que aquí estamos atrasados, buenas obras de Plauto se representan, nada de tragedias griegas, a nosotros los romanos nos gustan más las obras satíricas y burlescas y hasta de aquellas subidas de tono nos gustan por aquí.
Y aquí mismo se encuentra el anfiteatro, no es muy grande pero aquí pueden admirarse estupendas peleas de gladiadores. Ves esas bocas que se abren en la arena, por ahí salen los jabalíes que abundan por estos bosques y los toros de las dehesas para enfrentarse a los gladiadores. A veces, cuando se acercan las elecciones para ediles traen fieras del otro lado del Mare Nostrum, leones, leopardos y hasta elefantes han llegado a traer.
Y ahora accedamos a la ciudad, aquí mismo están las puertas y detrás de ellas se encuentra el foro en donde podreis comprar ese presente que deseais llevar al Procurador. Las tabernae del foro son las más elegantes de todo Segóbriga, caras son, por Júpiter, pero aquí encontrareis artículos tan buenos como los que se encuentran en la misma Roma.
Parad un momento extranjero, dejadme que salude a mi hijo, ese que veis ahí dirigiendo la cuadrilla de esclavos que están arreglando el alcantarillado. Buen hijo y mejor albañil.
Bueno, extranjero ya hemos llegado a las termas, aquí se separan nuestros caminos, yo me quedo aquí, a disfrutar de sus aguas y charlar un rato con los pocos amigos que me quedan, pocos hombres alcanzan edad tan longeva como la mía, pero todavía quedan algunos ancianos de 40 con los que puedo pasar un rato agradable en amistosa charla.
Esa que veis ahí es la Casa del Procurador de la Minas. Imponente domus que cuenta, incluso, con calefacción. Mi hijo fabricó la gloria que recorre los sótanos de la casa y transporta el humo caliente que produce el horno de leña.
Extranjero, que los dioses os sean propicios y resolváis el asunto que os ha traído hasta aquí.
Y aquí abandonamos a nuestro amigos y proseguimos nuestro paseo por la Historia.
La aparición del vidrio soplado acabó con la floreciente industria minera de extracción de Lapis specularum, una variedad de yeso traslúcido de alta calidad. Y esto supuso la decadencia de Segóbriga y su conversión en una ciudad agrícola. Existe constancia de la presencia de un obispo de Segóbriga en concilios celebrados durante la época visigoda y la existencia de una basílica en estos paraje indica que la ciudad mantenía una relativa importancia hasta este momento. La invasión musulmana supuso el abandono definitivo de la ciudad por parte de sus habitantes que buscaron refugio en zonas más al norte. Tras la reconquista la nueva población se erigió junto a la fuente de agua potable, en lo que hoy es el pueblo de Saelices y donde todavía puede verse la antigua fuente.
Las ruinas quedaron olvidadas y han sido saqueadas a lo largo de los siglos, utilizándose sus piedras sillares como cantera.
Este es el momento para hacer un alto para comer, desgraciadamente no puedo recomendaros ninguno pues nosotros comimos en Tarancón y no quedamos contentos.
www.casasdelujan.es/
www.turismocastillalamancha.com/ ...segobriga/
Etapa 2.- Monasterio de Uclés
Desde la A-3 yendo en dirección a Madrid se encuentra el desvío hacia Uclés y en él a vuestra derecha hay una tienda, que se llama así La tienda y que merece la pena una visita, llena de productos de la tierra, unos visitos estupendos, un queso excepcional y una atención exquisita, en donde podréis degustar los productos.
Ya desde el camino se divisa el conjunto monumental de Uclés formado por el Monasterio, la Iglesia y la Alcazaba árabe.
El desvío al Monasterio se encuentra a la entrada y está bien visible y nos conduce hasta la misma entrada. Hay sitio suficiente para aparcar y podemos dejar el coche e iniciar nuestra visita.
Lo primero que nos llama la atención es la portada de estilo churrigueresco, obra de Pedro de Ribera y de gran belleza
Al traspasar la puerta nos encontramos con la taquilla en donde debemos coger nuestra entrada, con ella nos darán una audio guía para poder proseguir nuestra visita.
Este enclave pertenece a la Orden de Santiago desde el 9 de enero de 1174 en que el rey de Castilla Alfonso VIII hizo donación a la Orden “del castillo y la villa de Uclés, con modas sus tierras, viñas, prados, pastizales, arroyos, molinos, pesquerías, portazgos, entradas y salidas”, a don Pedro Fernández, maestre de Santiago. Una vez terminada la Reconquista se consideró necesario edificar un nuevo Monasterio más acorde a las necesidades del momento.
La primera piedra del edificio actual se puso el 7 de mayo de 1529 y se asentó sobre el antiguo monasterio y parte de las dependencias de la Alcazaba que ya no era de utilidad pues la Reconquista había sido completada. Para la construcción de este Monasterio se trajeron las piedras de Segóbriga, completando así la destrucción del enclave romano.
En el interior lo primero que nos llama la atención es el impresionante claustro barroco
Este claustro consta de doble arcada, abierta la del piso bajo y cerrada con balcones la del primer piso
En esta misma planta baja podemos admirar la Iglesia con planta en forma de cruz latina y una sola nave sobre la que se abren varias capillas que hoy albergan una exposición sobre la historia de Uclés. Alberga esta iglesia varias rejas de impresionante factura.
El retablo que adorna el Altar Mayor es copia del original que hubo en su día y que fue destruido durante la Guerra Civil, solo se conserva el cuadro central que se salvó de la destrucción y ha necesitado una extensa restauración.
También podemos admirar en esta planta la Sacristía, con su curiosa planta en ángulo y dos preciosos muebles en madera policromada.
Se accede al piso primero por una grandiosa escalera, de mediados del siglo XVII y digna de admirarse.
Una vez visitado el interior podemos recorrer el exterior del Monasterio, admirando sus fachadas y la de la iglesia
Por último si nos colocamos frente a la portada de entrada al Monasterio, a nuestra mano derecha se encuentra un acceso al exterior de la muralla y desde ella podemos rodear el castillo y admirar su planta.
Este castillo es en realidad una Alcazaba musulmana construida en la época en que Uclés se situaba en el cruce de caminos que llevaban a los reinos de Toledo y Valencia y era frecuente escenario de las contiendas fronterizas entre cristianos y musulmanes.
www.turismocastillalamancha.com/ ...-de-ucles/
Fecha: 12/Nov/2011 23:56:48
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